Los médicos tuvieron que extirpar el ovario izquierdo de Selma de Souda Lima Cunha porque tenía un quiste en el ovario cuando tenía 20 años.
A pesar de esto, el médico que la examinó le aseguró que aún tenía la oportunidad de quedar embarazada y realizar su sueño de ser madre.
En 2002, cuando Selma tenía apenas 27 años, se casó con Rogério. La pareja quería hijos, pero la mujer tuvo problemas para quedar embarazada.
Llena de fe, Selma tomó la decisión de lanzar una campaña de oración con su amiga Erivalda. Durante su búsqueda, Erivalda compartió que había recibido una Palabra del Señor indicándole que se convertiría en madre. “Solo falta Selma”, dijo, “y ese comentario me dolió mucho, pero guardé este sufrimiento dentro de mí, sin decirle una palabra a nadie, ni siquiera a mi esposo”.
Sin embargo, a pesar de la creencia de la mujer en la profecía, no sucedió nada a lo largo de los años. “Sufrí mucho en silencio porque cada vez que nacía un sobrino, alguien hacía un comentario”.
Selma decidió investigar las razones detrás de su incapacidad para concebir y descubrió que su trompa estaba obstruida, dejándola infértil.
Ella recordó: “Tenía 39 años, estaba devastada, lloré, pero recordé la promesa del Señor, así que hice otra campaña de oración”.
Ella perseveró en la oración a lo largo de los años mientras esperaba pacientemente al Señor. Ella recordó: “Sabía que era para orar, porque solo Dios podía actuar en mi circunstancia, e hice la tercera campaña de oración”.
El Señor escuchó el clamor de Selma en 2019, cuando tenía 46 años. Ella testificó: “Dios envió mi milagro: quedé embarazada sin ningún tratamiento, y recién me enteré del embarazo, cuatro meses después del embarazo”.
Ella dio a luz a un niño el 4 de marzo de 2020, como el Señor lo había predicho. “Para honra y gloria de nuestro Dios, Rogerio de Sousa nació sano y en perfectas condiciones. Ahora tiene tres años. Dios es confiable”, dijo Selma.