El ministro Luis Roberto Barroso, del Supremo Tribunal Federal (STF), ordenó el traslado de una mujer trans (hombre biológico) a una unidad penitenciaria femenina, y también accedió a la solicitud de la Defensoría Pública de São Paulo.
A pesar de que no había sido operada de su cambio de sexo, el detenido había estado cumpliendo su condena en una prisión de hombres antes de eso.
Barroso tomó su decisión basándose en el respeto a la integridad física y moral de la prisionera, teniendo en cuenta que mantenerla recluida en una prisión de hombres sería contrario a la letra de la constitución, la ley sobre la pena capital y los tratados internacionales.
La resolución del CNJ (Consejo Nacional de Justicia) garantiza los derechos de las personas transgénero independientemente de que se hayan sometido a tratamientos hormonales o procedimientos quirúrgicos, según la Defensoría Pública, que estuvo representada por Camila Galvão Tourinho, coordinadora del Centro Especializado en Situación Penitenciaria
Según Western Magazine, el ministro reafirmó el fallo anterior del STF y enfatizó la responsabilidad del Estado de garantizar que no haya discriminación por orientación sexual o identidad de género.
Enfatizó que la ausencia de la cirugía de reasignación no puede ser utilizada como defensa para impedir el traslado a una unidad penitenciaria femenina y que no es un requisito para el reconocimiento de la condición transexual.
De acuerdo con este entendimiento y de acuerdo con las normas establecidas por la Secretaría de Administración Penitenciaria, el Ministro Barroso resolvió que la presa sea trasladada a una unidad penitenciaria femenina.
En los EE.UU., existe controversia en torno a la práctica de permitir que las reclusas transgéneros sean alojadas en prisiones para mujeres, a pesar de que algunos estados están aprobando o publicando legislación que apoya esta práctica.
Para que el Departamento Correccional del estado de Washington evalúe la solicitud de un recluso masculino para ser transferido a la prisión de mujeres, el recluso debe presentar un diagnóstico de disforia de género.
Sin embargo, Scott Fleming, un ex guardia del Centro Correccional para Mujeres de Washington, afirma que, «en realidad, los requisitos para demostrar que es transgénero son poco estrictos».
«El único requisito previo es que los hombres se identifiquen como mujeres. No están obligados a someterse a una cirugía de reasignación, transición o seguir un régimen hormonal», concluyó.