El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, lanza el programa «Mi Iglesia Bien Equipada» con la finalidad de equipar templos cristianos del país y otorgar bonos a pastores.
Maduro ha reforzado sus vínculos con la iglesia cristiana. Sin embargo, este acercamiento se relaciona a un movimiento político y de gobierno.
El mandatario venezolano se ha referido a la iglesia cristiana como “la verdadera iglesia de Dios”, comparándola así con la iglesia católica, pues no es un secreto que el chavismo históricamente ha tenido mucho roce con dicha religión. Gracias a este movimiento, el hijo de Maduro, «Nicolasito» fue nombrado Vicepresidente de Asuntos Religiosos del PSUV.
Maduro ha dicho en sus actos, que tienen un grupo de ocho millones de cristianos (un número que muchos de los líderes de esta iglesia ponen en duda) y aseguran que el mandatario venezolano intenta politizar la fe y utilizar dichos actos cristianos como propaganda política.
“Nosotros creemos en la separación Iglesia-Estado, con lo que la iglesia no impone sus figuras. Ese es un principio histórico desde 1517, desde la reforma protestante hasta acá”, dijo el Pastor César Mermejo, Presidente del Consejo Evangélico de Venezuela.
“Los fondos públicos no deben estar a disposición del avance de credos religiosos o ideológicos particulares. Las iglesias construyen sus propios templos y sostenemos los programas sociales con recursos y donaciones de las propias iglesias. Lo que se está haciendo es catapultar a una comunidad particular en un escenario preelectoral y en un momento caldeado entre el Gobierno y la iglesia católica”, agregó Mermejo.
En el año 2022, fueron remodeladas 2.500 casas de culto y los primeros días de este año 2023, aproximadamente 13.000 pastores recibieron un bono llamado «El buen pastor». Estos aportes a las iglesias se realizaron al mismo tiempo en que trabajadores de diversas profesiones salían a las calles a protestar por un aumento de salario, y sobre eso habló la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado.
“Más que preocuparnos en solicitar la construcción y/o equipamiento de nuestros templos, nuestras oraciones acompañan al clamor ciudadano por el equipamiento de hospitales, escuelas, ajustes salariales a docentes, médicos, entre otros, y demás asuntos que urgen como temas de prioridad para el bien de la población venezolana”.