Oficial le salva la vida a un niño que dejó de respirar y asegura que Dios lo puso allí en el momento preciso
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Un milagro se pudo presenciar la noche en la que se dio un verdadero rescate por el cabo mayor del Departamento de Policía de Dallas, Sergio Pérez, quien entrenaba a su perro Goro.

Ese día, luego de una larga jornada, Pérez tomó un momento de descanso en el que decidió premiar a su perro con Nuggets de pollo de McDonald’s. Sin embargo, cuando llegó al estacionamiento, oyó los gritos desesperados de una mujer que estaba sosteniendo el cuerpo de su hijo de un año, que había dejado de respirar y que, además, la madre no sabía cómo asistirlo.

En el momento en que escuchó los gritos de auxilio de la mujer, Pérez se puso inmediatamente en marcha y se acercó a prestar auxilio, conservando la calma, empezó a hablar con el niño, y con la madre para decirle que todo saldría bien.

Era la primera vez que llevaba a cabo un RCP fuera del aula de prácticas, mientras su cámara corporal estaba grabando cada detalle de esos tensos momentos en los que procuraba rescatar al niño.

Poco después, Sergio dijo a la madre que su hijo estaba respirando, pero luego sufrió una convulsión. No obstante, Pérez quedó a su lado, dándole consuelo y sosteniendo la situación.

“Es un cliché, ¿sabes? Simplemente, llegue en el momento adecuado. Para proteger y servir, por así decirlo. Me alegré de haber podido ayudar a su hijo”, recordó.

En ese preciso momento llegaron los paramédicos, y Sergio continuó sosteniendo al niño mientras corría rápidamente hacia la ambulancia. “Siendo yo mismo padre, me alegro de haber podido estar allí”, comentó.

Después, el hospital confirmó que tanto el niño como la madre se encontraban bien.

A pesar de que muchos han tildado al cabo mayor Sergio Pérez como un héroe, él sostiene que solamente estaba haciendo su trabajo y atendiendo el llamado de su Padre Celestial, cumpliendo con lo que él le había encomendado.

“Creo que Dios me puso aquí esa noche por esa razón, porque normalmente no le doy nuggets a Goro. Pero esa noche, como lo estábamos haciendo muy bien en el entrenamiento, dije: ¿sabes qué? Mi compañero se merece algunos nuggets esta noche”, finalizó.

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