En las calles, Onyeka Power estuvo peligrosamente cerca de la muerte. Ahora usa el Evangelio para ayudar a otros jóvenes a dejar atrás el crimen.
En uno de los barrios de la comunidad negra de Londres, llamado Brixton, creció Onyeka Power, donde eventualmente se involucraría con una pandilla cuando era adolescente.
Onyeka le dijo a BBC News: “Tenía un grupo de amigos, estábamos caminando y antes de que te dieras cuenta, comenzamos a hacer cosas que no estaban bien”.
El joven saltó rápidamente a la fama como líder de una pandilla en el área como resultado de sus habilidades de liderazgo. Sin embargo, puso su vida en peligro, debido a que otros mafiosos comenzaron a perseguirlo.
“Tuve que caminar con un cuchillo solo para asegurarme de que yo y las personas que me rodeaban estuvieran a salvo”, recordó.
Un hombre de una pandilla rival disparó cuatro tiros a Power, pero le falló en las cuatro oportunidades. Fue salvado de la muerte por la gracia de Dios.
El joven siguió viviendo una vida delictiva hasta que, a los 18 años, se dio cuenta de que no estaba funcionando. Onyeka enfatizó que “eso lleva a la muerte o al encarcelamiento”.
“Cuando luchas por un código postal y mueres, tus amigos dicen RIP, pero luego continúan. De nada sirve morir por un código postal. Tu familia tendrá que soportar el dolor para siempre. No vale la pena”, reflexionó.
El pandillero conoció a Jesús y experimentó una transformación completa. “Mi vida cambió después de conocer a Jesús. Descubrí sentido, más felicidad, más paz y más alegría”, afirmó.
Onyeka todavía tenía la posibilidad de morir a pesar de tener una nueva vida en Cristo. Una vez, un hombre le apuntó con un cuchillo cuando se dirigía a la iglesia.
“No creo que él supiera que había cambiado. E incluso si lo supiera, quería ponerme a prueba. No estaba asustado. Se dio cuenta de que no estaba tomando represalias y guardó el cuchillo”.
Onyeka Power finalmente se convirtió en pastor de Eternal Life Ministries UK en Londres, sirviendo junto a su esposa.
“Dios siempre me dio estas habilidades de liderazgo, pero el diablo quería que las usara de mala manera. Pero gracias a Dios las estoy usando de buena manera ahora, donde muchas personas dicen que soy su modelo a seguir por buenas razones”, dijo.
Hoy, a sus 27 años, el ex pandillero predica el Evangelio y ha ayudado a muchos jóvenes que se han involucrado en el crimen.