Organizaciones cristianas de ayuda humanitaria, como Samaritan’s Purse y Convoy of Hope, se desplegaron en equipos de socorro para casos de desastre con el fin de ayudar a los sobrevivientes de una tormenta masiva. Esta catástrofe natural generó hasta 60 tornados entre viernes y sábado que golpearon los estados de Mississippi, Alabama y Tennessee en los Estados Unidos de Norte América, dejando hasta el momento un saldo de al menos 26 personas fallecidas (25 en Mississippi y una en Alabama), decenas de heridos y desaparecidos.
El área más afectada por este sistema de tormentas fue el valle del río Mississippi. La tormenta dejó un rastro de devastación a su paso, específicamente desde Wisconsin hasta Delaware, según informan los medios.
El tornado arrasó aproximadamente con 300 propiedades, entre casas y negocios en Rolling Fork y el pueblo cercano de Silver City, dejando el área cubierta de escombros, madera, ladrillos y metal retorcido.
Los funcionarios de la Fundación Samaritan’s Purse dijeron el pasado sábado que habían enviado a una parte de su personal al área afectada y que un equipo de socorro de su Centro Ministerial del Suroeste en Texas también estaba en camino. La unidad transporta uno de sus remolques con suministros de ayuda humanitaria.
Por otra parte, durante su visita a Rolling Fork, Mississippi, el presidente Joe Biden se pronunció ante los hechos delante de los escombros de lo que había sido una tienda de repuestos y un refugio de animales, declaró “Esta es su comunidad, aquí es donde construyeron sus vidas. Vamos a asegurarnos de que ustedes puedan seguir aquí”. También prometió que el gobierno federal ayudaría a reconstruir la vida de los vecinos.
