Pastor dice: “Al dejar que el miedo al mal se apodere de nosotros, estamos anulando el sacrificio de Jesús”

Durante un servicio, el pastor Joel Engel nos recordó que los cristianos no debemos temer el mal que afecta al mundo porque la sangre de Jesús nos protege.

Respecto a las señales del fin de los tiempos, incluidas las guerras en Israel, Joel dijo que la tierra se encaminaba hacia el caos.

“El mundo no es pacífico, la gente no está en paz. La Biblia se está cumpliendo”, afirmó.

Refiriéndose a la brutal violencia cometida por el grupo terrorista israelí Hamás, el predicador señaló que los espíritus malignos están trabajando para destruir muchas vidas en el mundo y que este escenario solo mejorará con la segunda venida de Cristo.

“El conflicto entre judíos y árabes no terminará, la ONU está perdiendo el tiempo. No hay manera de acabar con esto, ha habido varios intentos de paz, es algo espiritual”, dijo Engel.

Continuó: “Por tanto, la solución a Oriente Medio, a las guerras y al odio es Jesús. El regreso de Jesús”.

Incluso en un mundo lleno de conflictos y odio, el predicador enseñó que la familia cristiana está bajo la protección de Dios.

Citó Éxodo 12 de la Biblia, donde las familias judías untan con sangre las puertas de sus casas para protegerse de la muerte.

Joel predicó que “La sangre de Jesús nos protege de todo mal”. “Quienes recibieron a Jesús quedan marcados por su sangre. Caerán mil a tu izquierda y mil caerán a tu derecha, pero no te alcanzarán”.

Los seguidores de Cristo tienen la promesa de protección y salvación y, según el líder, deben ponerse la armadura de Dios en tiempos de dificultad. «El Señor tiene armadura para aquellos que creen en Él y son valientes», dijo.

El pastor Joel Engel insta a los cristianos a no temer cuando escuchen noticias de guerra y desastres. «Para nosotros, la sangre de Jesús nos redimió. Cuando permitimos que el miedo nos abrume, destruimos la acción más poderosa de Jesús. Deja que tu vida cambie, la sangre de Jesús cambia. Con el tiempo veremos a Jesús regresar en gloria y poder. El hombre que ganó».

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