Una fuerza policial en el Reino Unido ha admitido que su intento de limitar la libertad de expresión de un predicador callejero fue “desproporcionado” y se ve obligado a pagar una indemnización al pastor.
Moodley, un pastor y evangelista de Bristol, recibió un aviso de “Protección Comunitaria” de la Policía de Avon y Somerset para impedirle “hacer comentarios sobre cualquier otra religión o compararlos con el cristianismo y hacer comentarios sobre las creencias de los ateos o los que creen en la evolución”.
Tras alegar que estas acciones violaban su libertad de expresión, Moodley fue representado por “Alliance Defending Freedom UK” y “Free Speech Union”.
Tras ser víctima de abuso racial, Moodley se puso en contacto con la policía, quienes comenzaron a asistir a sus predicaciones públicas.
Sin embargo, en lugar de mantener buenas relaciones laborales, le entregaron una advertencia que restringiría su libertad de expresión.
Tras denunciar con éxito al jefe de policía, por discriminación religiosa y violación de sus derechos fundamentales, Moodley recibió una indemnización.
Con el apoyo de ADF UK y Free Speech Union, expresó su satisfacción por haber sido escuchado y abogó por desafiar la creciente cultura de censura en la sociedad.
Esta historia destaca la importancia de proteger la libertad de expresión y el derecho a debatir ideas en una sociedad libre y democrática.