Jesucristo algún día regresará a la Tierra, marcando el comienzo del Gran Día del Señor, como lo predice la profecía bíblica, y todo cristiano que es obediente a la Palabra de Dios lo sabe. Ante esto, una de las señales que apuntan a la segunda venida del Mesías incluye relatos como los del Mar Muerto que se encuentran en el libro de Ezequiel.
A medida que el Mar Muerto se extiende hacia partes de Israel, Cisjordania y Jordania, el pastor Lamartine Posella quería visitarlo de primera mano para experimentar esta realidad.
El Mar Muerto es en realidad un enorme lago cuyas aguas son tan saladas que hasta hace poco era imposible encontrar vida en la zona, lo que hacía pensar que estaba muerto.
Pero como se predijo en Ezequiel 47:8–9, el Mar Muerto comenzó a mostrar signos de vida, lo que asombró a los científicos de todo el mundo.
«Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río».
El pastor Posella, quien estuvo físicamente presente en la región, dio testimonio del cumplimiento de la profecía de Ezequiel. En un vídeo que publicó en Instagram, afirma que de los cráteres que se están abriendo en las costas del Mar Muerto brota agua dulce en lugar de agua salada.
“El Mar Muerto es tan salado que allí no pueden existir peces ni microorganismos. Sin embargo, volvió a haber vegetación y vida gracias al agua dulce que salía de los bolaines (cráteres que se están abriendo en el Mar Muerto)”.
Además de la vegetación, el pastor dijo: “ahora ya podemos ver peces nadando en los bolaines. Esto está en la profecía de Ezequiel, que debe cumplirse al final de los tiempos”.