Habiendo soportado horribles abusos y violaciones a manos de su padrastro desde que tenía solo 6 años, una joven tomó la valiente decisión de presentarse y poner fin a varios años de sufrimiento. También reveló cómo unos pastores chilenos, encubrieron al violador, en lugar de apoyarla.
Esta semana una denuncia, que termino en una condena ejemplar, conmocionó a la comunidad chilena de San Felipe. El maestro carpintero de 48 años que cometió los crímenes fue condenado a 15 años de prisión por violar y abusar repetidamente de la hija de su pareja.
Las horribles agresiones comenzaron en 2006, cuando la víctima era tan solo una niña, y persistieron hasta 2013, cuando tenía 13 años y la familia se mudó a San Felipe.
La joven expresó su sufrimiento a su madre y a su abuela materna, pero ellas optaron por guardar un doloroso silencio. Recurrieron a los pastores evangélicos de la iglesia a la que asistían, en lugar de buscar justicia, y lo que estos pastores les aconsejaron fue que perdonaran al agresor sin presentar una denuncia.
La valentía de la muchacha permaneció inquebrantable. El año 2019 marcó un antes y un después en la vida de la joven, ya que finalmente tomó la decisión de romper su silencio y pedir ayuda. Sin embargo, fue hace unos días que el violador recibió su condena.
Su motivación incluía sanar el trauma que había experimentado y evitar el mismo destino para sus hermanos menores.
Ella se mantuvo firme en conseguir protección para sus hermanos, por lo que acudió ante la Policía de Investigaciones y luego ante Carabineros.
La Unidad de Delitos Sexuales de Valparaso y la Dirección de Investigación Criminal de San Felipe hicieron grandes esfuerzos para recopilar pruebas confiables que permitieran procesar al delincuente.
La Fiscalía logró obtener un veredicto condenatorio en el juicio oral gracias a la tenacidad y valentía de la joven.