Régimen coreano condena a cadena perpetua a un niño de 2 años por poseer una Biblia

El incidente tuvo lugar en 2009, cuando el niño y sus padres fueron detenidos por sus creencias religiosas y la posesión de una Biblia. Un niño de 2 años y su familia recibieron cadena perpetua por poseer una Biblia, según el Informe de libertad religiosa internacional de 2022 del Departamento de Estado de EE.UU.

El incidente ampliamente difundido sirve como ejemplo de cómo el gobierno comunista de Corea del Norte reprime a quienes tienen convicciones religiosas. El informe afirma que, debido a la persecución religiosa, Corea del Norte tiene detenidas a unas 70.000 personas, incluidos cristianos y personas de otras religiones.

El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, describió las atrocidades diciendo que «el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión también sigue siendo negado, y los sistemas de creencias alternativos no son tolerados por las autoridades». En los últimos años, se han cometido contra la libertad religiosa en Corea del Norte.

Las restricciones de viaje de la pandemia de Covid-19, según la ONU, han dificultado la verificación de los hechos de los casos de abuso y han disminuido los informes sobre persecución religiosa.

Sobre la base de datos de organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones de derechos humanos y la propia ONU, el Departamento de Estado de EE.UU. afirmó haber confirmado finalmente los detalles del informe.

Hay algunas instituciones registradas, incluidas iglesias, según el informe, particularmente en la capital de Corea, Pyongyang. Los visitantes afirmaron que la iglesia «operaba bajo un estricto control estatal y servía principalmente como escaparate para los extranjeros».

Debido a que el gobierno prohíbe la actividad religiosa privada, el Departamento de Estado también afirmó que es difícil estimar el tamaño y la cantidad de iglesias clandestinas o secretas.

El gobierno de Corea del Norte, según los informes de los desertores, insta a las personas a denunciar a cualquier persona involucrada en actividades religiosas no autorizadas o en posesión de literatura religiosa como la Biblia.

Para evitar ser tildados de desleales al gobierno de Corea del Norte y ser denunciados ante las autoridades, afirmaron que los cristianos suelen ocultar sus actividades religiosas a familiares, vecinos, compañeros de trabajo y otras personas por su seguridad.

Hay 150 chamanes, 91 cristianos, un cheondonita y otra persona que practica otras religiones entre las víctimas. Tenían edades comprendidas entre dos y más de ochenta años. Más del 70% de las víctimas documentadas eran mujeres y niñas.

Según el informe, «estas personas fueron víctimas de agresiones sexuales, ejecuciones públicas, trabajos forzados, tortura, denegación de un juicio justo, arresto y detención».

En consecuencia, toda la familia, junto con un niño de 2 años, fue sentenciada a cadena perpetua en campos de prisioneros.

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