Si no ves a el Lider de Corea del Norte como un dios eres una amenaza y un traidor
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En Corea del Norte, aquellos que no ven a Kim Jong-un como un «dios» son vistos como traidores en el contexto de la paranoia dictatorial.

Según Open Doors, los cristianos son considerados «peligrosos» porque han hecho de Jesús el Señor de sus vidas.

Simón (nombre cambiado por seguridad) coordina varios ministerios en Corea del Norte y lo ha hecho durante más de 30 años. Afirma que lo perseguían agentes secretos.

También dijo que en 2022, «después de que se denunciara una reunión de cristianos, las autoridades arrestaron y mataron a todos».

«La gente ha tenido momentos muy difíciles. A principios de 2020, Corea del Norte anunció una nueva constitución conocida como RPDC, que rechaza las culturas e ideologías», dijo Simón.

El misionero afirma que esto esencialmente «penaliza la posesión y el uso de propaganda y materiales extranjeros que son ofensivos para la cultura norcoreana, como los dramas y canciones pop surcoreanas».

Además, señala que aunque antes era ilegal poseer medios extranjeros, las sanciones eran leves y la gente podía incluso salirse con la suya sobornando a los funcionarios, «pero ahora, la ley prohíbe la distribución de medios originarios de Corea del Sur, los Estados Unidos, o Japón… y establece penas que pueden incluir la pena de muerte».

El mero acto de ver dicho material puede resultar en una pena de 15 años en prisión. La ley dice que por «hablar», «escribir» o «cantar» a la manera surcoreana es de 2 años de trabajos forzados.

En una carta titulada «Venenos Peligrosos» que Kim Jong-un, publicó en abril de 2021, explica por qué instituyó esta política: «evitar que los jóvenes norcoreanos adopten un lenguaje, peinados y ropa extranjeros».

Además, es ilegal y está sujeto a una sentencia mínima de 3 meses de trabajos forzados según la ley poseer teléfonos extranjeros sin licencia. Las personas que lo tienen son «enemigos malvados del estado» que deben ser denunciados. Incluyen una mayor pena contra los mensajes de texto de los estudiantes que utilizan la jerga de Corea del Sur.

Es intrigante que la posesión de una Biblia, a la que se refiere como un «libro ilegal», conlleva a una pena de prisión de 10 años y, si se importan demasiados materiales, una pena de muerte.

Esto demuestra la hostilidad de Kim Jong-un hacia los cristianos. Según Simón, «el gobierno norcoreano ve a los cristianos como una seria amenaza».

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