Osvaldo Pereira de Souza, un hombre de 104 años de la ciudad brasileña de Cuiabá, siempre ha demostrado su fe y esperanza en Dios.
Viudo y padre de cuatro hijos, uno de los cuales ya falleció, y teniendo un tataranieto, varios nietos y yernos, Osvaldo inspiró a toda su familia, amigos y miembros de las Asambleas de Dios luego de decidir bautizarse a su avanzada edad.
En el barrio Sao Cristovao, Río de Janeiro, Brasil, donde el anciano forma parte del grupo de integrantes del Templo Mayor, se realizó la ceremonia este 16 de julio.
Mediante su hija Poliana, quien acudió al llamado de Dios, el anciano dijo que “bautizarme siempre había sido un sueño, pues quería conocer a Dios”.
“Crecí en una cuna católica, pero Dios tuvo este llamado, tuvo esta gran obra en mi vida y en la vida de mi padre, tanto que Dios lo preservó y hoy tiene 104 años bien, para la gloria de Dios y baja a las aguas”, dijo su hija Poliana.
Amigos, familiares y feligreses se reunieron para conmemorar el bautismo del anciano y compartir esta memorable ocasión en la vida de Osvaldo.
El anciano mostró un gran agradecimiento al Señor por haberle permitido vivir este momento tan maravilloso, hablando de la importancia de siempre confiar en Dios sin importar nada, ni la edad.
Osvaldo dejó un legado invaluable para las generaciones futuras después de su bautismo. Todos, especialmente su familia, se inspiran en su historia de vida y testimonio de fe.