Un estudiante cristiano de 4 años fue expulsado de la escuela por su fe. Las historias registradas en Bangladesh muestran que las vidas de los seguidores de Jesús en muchos países han llegado a extremos insoportables.
La misión Puertas Abiertas informó del caso de un estudiante cristiano que fue enviado a casa por su maestra debido a la religión de su familia. En Bangladesh, el Islam es la religión dominante, seguida del hinduismo y el budismo, haciendo que los cristianos sean una minoría.
La maestra le dijo a un niño llamado Jahangir que no había lugar para él en el aula. La madre, Ashana (ambos nombres han sido cambiados en el informe por razones de seguridad), investigó la situación y concluyó que la culpa era de la reciente conversión de la familia al cristianismo.
“Hablaron con la maestra el día después de la expulsión y ella dijo que ‘los niños musulmanes dejarán de ir a la escuela si el niño va y se sienta con ellos. No querrán sentarse en el mismo banco que un niño cristiano durante las clases’”.
Esta situación es común en Bangladesh. El país del sur de Asia ocupa el puesto 30 entre 50 países en la Lista Mundial de Vigilancia de Puertas Abiertas de 2023. De la población total de 169,4 millones, sólo el 0,6% son cristianos, es decir, poco más de 355.000.
“Los radicales islámicos ven a los cristianos de origen musulmán como infieles y ciudadanos de segunda clase. Los perseguidores no perdonan a los niños por su edad. De hecho, en muchos casos son víctimas de los ataques más crueles, incluso en el colegio, porque no saben defenderse y porque la presión afecta directa y profundamente a los padres de las víctimas. En la mayoría de los casos, los objetivos son familias de cristianos de origen musulmán”, explica Puertas Abiertas.
