Luego de realizar un servicio evangelístico cerca de un templo de Candomblé, religión de origen africano que honra e incorpora a seres espirituales llamados “antepasados”, “caboclos” y “guías”, un grupo de evangélicos está siendo acusado de racismo religioso.
Los presuntos evangélicos son miembros de la Iglesia Asamblea de Dios en Campo de Tirirical, en São Luiz do Maranhão, dirigida por el pastor Osiel Melo Gomes, comentarista de Lecciones Bíblicas del CPAD, licenciado en teología, filosofía, derecho, pedagogía y psicoanálisis.
Terreiro de Mina, propiedad del padre de Santo Nery da Oxum, una casa de origen africano, decidió presentar una denuncia policial contra los evangélicos, acusándolos de intolerancia y racismo religioso.
Una filial de Rede Globo en Maranhão, publicó un informe sobre el supuesto racismo religioso en respuesta al caso. Según las imágenes, uno de los evangélicos estaba orando frente al micrófono, suplicando a Dios que libere a aquellos atrapados en brujerías y adicciones que la Biblia prohíbe, y por su liberación espiritual.
En una entrevista, el pastor defendió a los miembros de su iglesia, explicando que no había ocurrido ningún ataque de intolerancia contra la religión africana, sino más bien una expresión libre de la fe evangélica, que naturalmente difiere en muchos aspectos de las creencias del Candomblé.
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