Un hombre duro 10 años vendiendo lechuga para poder construir su iglesia en Paraguay

Prudencio tenía el deseo de establecer una iglesia en su área de Paraguay después de recibir sanidad y decidir seguir a Jesús.

Para construir una iglesia en su ciudad natal de Juan Emilio O’Leary, Paraguay, un hombre cultivó lechuga durante diez años.

Prudencio conoció a Jesús por primera vez en 2009 a través de un grupo de cristianos que promovieron estudios bíblicos en O’Leary. A pesar de no tener un templo, estos adventistas continuaron predicando el evangelio a los lugareños a pesar de la falta de un templo.

Prudencio fue bautizado después de aceptar a Jesús y de recibir una curación milagrosa y escuchar el evangelio.

«Para que yo me encomendara al Señor, tenía que sobrevenirme una enfermedad que me parecía incurable. Pero Dios me sanó y me libró de esa enfermedad», dijo en un comunicado a Adventist News.

«Ese favor divino me hizo darme cuenta de la importancia de iniciar una iglesia adventista en O’leary. Así es como se hizo realidad ese sueño en mi corazón», dijo.

El cristiano tomó la valiente decisión de comprar el terreno para la iglesia en 2011,  actuando en su fe.

«Le comenté la idea a mi esposa. Entonces inclinamos la cabeza y oramos, rogándole a Dios que nos concediera los medios para adquirir la tierra. En ese momento, decidimos comenzar una granja de lechugas, y una planta de cada tres era dedicado a Dios», informó.

Prudencio compró 130 lotes de tierra durante un período de diez años, plantando y vendiendo miles de lechugas.

El agricultor completó sus pagos en 2021, momento en el que se enfrentó a una nueva tarea: construir el templo.

Viendo el ejemplo de fe de Prudencio, mucha gente tomó la decisión de aportar recursos y mano de obra.

«A medida que recaudamos los fondos necesarios, comenzamos a reunirnos. Para poder sentarnos juntos, cada uno trajo una silla de casa. Nada nos impidió predicar la Palabra de Dios a pesar de las circunstancias», dijo.

Paraná Occidental y la Iglesia Adentista Paraguaya colaboraron este año para culminar el proyecto. Su Iglesia O’Leary fue inaugurada en febrero.

«Nos llenamos de alegría al ver cómo Dios había respondido a nuestras oraciones. En nuestro corazón, estamos increíblemente agradecidos. En primer lugar, damos gracias a nuestro Señor Jesús, que ha estado con nosotros en cada paso de la fe. También expresamos gratitud a nuestros hermanos de Brasil y Paraguay por ayudarnos a realizar nuestro deseo de construir un templo».

Deja un comentario