Un informe ha registrado más de mil casos de abuso sexual en menores dentro de la Iglesia católica suiza

Desde mediados del siglo XX, la Iglesia católica suiza ha estado implicada en 1.002 casos de abuso sexual, la mayoría de ellos cometidos contra niños.

Dado que muchos de estos casos no fueron denunciados o las pruebas fueron destruidas, las autoras del estudio, Monika Fommann y Marietta Meier, señalaron que solo representan una pequeña parte del problema.

El primer informe sobre los abusos en la Iglesia suiza fue presentado en la Universidad de Zurich y es el resultado de las investigaciones iniciadas en junio por la Conferencia Episcopal Suiza.

En el estudio realizado por los historiadores, hubo 921 víctimas, y alrededor del 75% eran niños (el 12% de los casos no especifica la edad de la víctima).

Hubo 510 personas responsables de estos abusos, la mayoría de los cuales ocurrieron en entornos pastorales como confesiones, instrucción religiosa o eventos para niños y adolescentes.

Además, se informó de un gran número de casos de abuso en entornos de formación y atención social, donde al menos el 30% de los abusos tuvieron lugar en hogares, escuelas, internados católicos y otros entornos similares. En órdenes religiosas y otras comunidades similares solo se produjo el 2% de los casos confirmados.

Si hubiera acceso a archivos que aún no han sido analizados en comunidades religiosas, organismos diocesanos y escuelas católicas, entre otras fuentes, los autores del estudio plantearon la hipótesis de que podría haber muchos más casos de abuso. Además, se ha informado de que se destruyeron documentos en al menos dos diócesis suizas, lo que podría haber eliminado muchas más pruebas de abusos.

Después de recibir una carta criticando la existencia de estos casos y su negligente manejo, la Conferencia Episcopal de Suiza reconoció recientemente haber iniciado una investigación sobre el presunto encubrimiento de casos de abuso sexual.

Mientras la policía y los fiscales suizos se ocupan ellos mismos de las acusaciones de abuso, el obispo de Coira, Joseph Bonnemain, está a cargo de la investigación eclesiástica. Según la prensa suiza, en la diócesis de Lausana-Ginebra-Friburgo, en el oeste del país, se produjeron algunos de los abusos.

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