Adriano Lemos, de 33 años, un joven brasileño que afirma ser evangélico, ha sido grandemente criticado por el hecho de tener el 70% de su cuerpo cubierto de tatuajes.
El chico afirma que comenzó las modificaciones a los 16 años, y a los 17 años se convirtió en cristiano evangélico; Sin embargo, está siendo criticado porque, aún después de su conversión, continúa tatuándose el cuerpo.
Además, Adriano dijo que convertirse en evangélico le sirvió de inspiración para continuar con tatuajes y modificaciones corporales.
Por ejemplo, actualmente, tiene una cruz en la frente, sus ojos son de color morado, tiene la lengua dividida por la mitad y en la nariz tiene bengalas.
Lemos dijo: “Comencé a admirar las modificaciones corporales, cuando era adolescente, y decidí hacerlo. A través de esa admiración todo encajó con los propósitos que Dios tenía y tiene para mi vida”.
Adriano frecuenta la Iglesia Bola de Neve y vive con su esposa en Rio Claro (Sao Paulo).
“En la iglesia a la que asisto está tranquilo, al fin y al cabo me conocen desde que no tuve ningún cambio. Pero lamentablemente cuando voy a otros lugares para un evento, lamentablemente la recepción no es la mejor, debido a que las doctrinas son más rígidas y tienen una visión diferente”, dijo.
El chico está tan acostumbrado a las críticas que incluso ante diversos juicios y comentarios prejuiciosos como “¿el diablo va a adorar?”, Lemos no se ofende.
“Sé cómo afrontar cualquier crítica, incluidas las de personas con opiniones religiosas, las personas que me juzgan sin conocerme. Después de todo, conozco los propósitos de Dios en mi vida y a lo largo de mi vida, por lo que las críticas y las palabras hirientes no detendrán mi llamado en Dios. Generalmente, quienes comentan algo así son personas que ni siquiera se preocuparon de saber un poco de mi historia. Pero tenemos dos públicos, los que me llaman diablo y los que me llaman ángel tatuado”, dijo.