Sophia, una niña estadounidense que enfrentaba una pérdida auditiva total en ambos oídos, sorprendió a médicos y seres queridos al experimentar una recuperación completa tras una oración comunitaria.
Sus padres, Kim y Cory Caron, residentes de Somersworth, New Hampshire, empezaron a sospechar que algo no andaba bien cuando notaron que su hija no reaccionaba a los sonidos. Después de varios exámenes médicos, se confirmó el diagnóstico de sordera bilateral tras seis meses de evaluaciones.
Al recibir la noticia, los Caron se sintieron impactados y angustiados. Sin embargo, este periodo difícil fortaleció su fe. Como miembros activos de la Iglesia Restauración en Dover, donde se conocieron, encontraron un fuerte apoyo espiritual.
Durante un servicio en su iglesia, el pastor Nate Gagne instó a la congregación a orar por la sanación de Sophia, justo en medio de las pruebas auditivas. En la segunda noche del evento, la familia se preparó para un momento de oración que se convertiría en un punto culminante en su camino de esperanza y fe.
“Me sentí paralizada, pero, por la gracia de Dios, logré tener a Sofía”, dijo Kim.
“El pastor Nate comenzó a orar por ella. Algo me impidió orar por mi propia hija, pero Nate dijo: ‘Tienes que orar por ella’. Cuando oró con autoridad, sentí que algo se rompía en mí y sentí el poder de Dios”, contó.
Luego de esa plegaria, Kim y Cory pidieron conjuntamente por la sanación de su hija. Dos días después, Kim quedó maravillada al ver que Sophia la miraba al escuchar su nombre, un comportamiento que nunca había mostrado anteriormente.
La validación de su sanación se dio durante una evaluación médica posterior. Comprobaron que Sophia podía oír todos los sonidos presentados, lo que dejó a sus padres atónitos y confirmó el milagro de su recuperación.
“Estaba tan asombrado por la maravilla de Dios que no podía creerlo. Sophia tiene una audición perfecta. Ya no pasa nada malo”, declaró Kim.
Al comparar los diagnósticos anteriores con el nuevo, los informes médicos mostraron un cambio notable. Sophia pasó de una audición totalmente perdida a una capacidad auditiva normal, comparable a la de un niño de un año. Los médicos se sorprendieron por este extraordinario desarrollo.
“Todos dijeron: No sabemos qué pasó, pero ella puede oírlo ahora”, detalló Kim.
“Simplemente, nos reímos juntos porque sabíamos que el Señor la sanaría”, dijo el pastor Nate.
Los médicos que le atendieron, el primero de ellos un otorrino y el segundo un especialista de la lengua, no lograron encontrar una solución al enigma suscitado.
Esta historia ha influenciado a muchas personas, entre las que se encuentran la familia de Kim, que ha comenzado a asistir a la iglesia. Asimismo, resultó en el bautismo de sus sobrinas, lo cual representa el poder motivador del testimonio en Sophia.
