A pesar de la gran cantidad de información disponible hoy, muchos cristianos aún ignoran que ciertas prácticas, ejercicios y tratamientos, importadas del mundo oriental, están asociadas con la New Era.
Dana Weiss, que nació en una familia judía, pero no cristiana, fue una de esas personas. Dedicó su vida al yoga, que originalmente se consideraba una práctica de devoción religiosa y parte del misticismo oriental.
Weiss también buscó conocimientos sobre los cristales que, según las reglas de New Era, se cree que tienen el «poder» de influir en el equilibrio del supuesto «cuerpo astral» de una persona.
Con el tiempo, Dana Weiss se dio cuenta de que sufría una presión espiritual tan severa que el yoga, los cristales y la «meditación trascendental» no podían ayudarla. Más bien, parecían ser la fuente del problema. Todo cambió cuando la maestra de la New Era fue invitada a un ministerio y conoció a Jesucristo.
Al contrario de lo que creen muchos místicos, ella no fue una gran «guía espiritual», sino más bien Dios mismo, a quien recurría la humanidad. Por favor ayúdame a salvarlo.
Weiss entendió que la paz espiritual no es el resultado del esfuerzo humano, sino de la gracia de Dios dada a través del sacrificio de Jesús. “Estaba buscando la verdad. Pensé que sabía la verdad, pero conocía la energía. Yo era una experta en energía”, dijo, según God TV.
Weiss se sorprendió al ver un coro alabando a Dios y, después de aceptar a Cristo, se dio cuenta de que estaba siendo oprimida por demonios disfrazados de «guías espirituales».
“No tenía idea de que las cosas pudieran vivir dentro de ti. Y cuando las cosas salieron de mí, finalmente encontré esa paz y plenitud que buscaba en todas las drogas de la Nueva Era”, concluyó.
