Alice Porto, una joven cristiana de la comunidad de Fortaleza en Brasil, decidió convertir su cumpleaños número 15 en una experiencia especial en África, sirviendo en Malawi durante dos semanas a través de la misión Manos Extendidas.
En una entrevista con Guiame en África, Alice compartió las razones detrás de su decisión. A pesar de tener el sueño común de toda adolescente de tener una fiesta de 15 años espectacular, Alice eligió el camino de la misión. “Tuve este sueño, pero crecí sobre una base misionera viendo a mi padre ir a países africanos. Siempre tuve esta visión de la misión”, expresó.
Alice nació en una familia misionera y era hija del misionero Saulo Porto. Recibió todo el apoyo de su familia, amigos y comunidad religiosa. En Malawi visitó escuelas primarias y secundarias y compartió su testimonio de compromiso y firmeza en los planes de Dios.
“Hablé con las chicas e incluso conseguí sus teléfonos móviles para contactarlas. Tuve una maravillosa experiencia de exposición de primera mano a la cultura, las familias y la religión africanas”, dijo Alice.
La adolescente, que estaba rodeado de niños que la animaban, dijo que no se arrepiente de esta elección, “Valió la pena cambiar la fiesta por esta experiencia. Está en el corazón de Dios el deseo de bendecir a todas las naciones”, afirmó.
Alice no solo pretende generar impacto a través de su activismo, sino que también recauda fondos para construir pozos locales y abordar la escasez de agua.
“Cuando pensé que quería venir a Malawi, me di cuenta de que el país sufre una sequía. Quería creer en una solución real para construir pozos para las comunidades afectadas por este problema”, concluyó.