En una decisión controvertida, el parlamento danés, votó por 94 a 77 a favor de una nueva ley que impone multas y hasta dos años de prisión a aquellos que profanen escrituras religiosas en el país.
La medida busca abordar la creciente preocupación por la quema del Corán, que ha desencadenado una crisis de seguridad no solo en Dinamarca, sino también en países vecinos como Suecia.
La legislación se centra en prevenir el «tratamiento inadecuado de escritos de gran importancia para una comunidad religiosa reconocida». El Ministro de Justicia subrayó la necesidad de poner fin a la «burla sistemática» que ha elevado los niveles de amenaza terrorista en Dinamarca.
Sin embargo, críticos locales consideran la ley como un retroceso en las libertades fundamentales. Partidos de oposición de derecha la calificaron como una «restricción a la libertad de expresión dictada desde el exterior». Un portavoz de izquierda cuestionó la comparación con otros países, argumentando que Dinamarca no debería cambiar su legislación debido a ofensas similares en otras naciones.
En medio del debate, el teólogo y analista cultural sueco, Olof Edsinger, expresó su opinión de que, si bien la quema de cualquier texto sagrado es inapropiada, cuestionar los derechos humanos ganados con esfuerzo en respuesta a presiones externas es preocupante.
La medida aprobada por los parlamentarios tiene que ser firmada por la reina, Margarita II, para que se convierta en ley y entre en vigor.
Aunque se han intensificado últimamente los ataques contra el Corán en Suecia y Dinamarca, el permiso a estas provocaciones suscita reacciones.
Rasmus Paludan, político danés de extrema derecha y líder del partido Dirección Estricta, continuó con sus provocaciones para quemar el Sagrado Corán en las ciudades suecas de Malmö, Norrköping y Jönköping y en la capital, Estocolmo, durante las vacaciones de Semana Santa de 2022.