En el presente, se sigue observando un constante esfuerzo por reescribir y reinterpretar el contenido de la Biblia, algo que parece suceder a diario, y esta vez de las manos de una profesora que defiende la comunidad LGBT a través de la distorsión de la Palabra de Dios.
Recientemente, se dio a conocer una controvertida afirmación por parte de Esther Brownsmith, profesora en la Universidad de Dayton, en la que sostiene que la Biblia en realidad respalda el concepto de transgenerismo y argumenta que el género es un espectro que no se reduce a una clasificación binaria.
Para Brownsmith, “José era travesti, Débora dirigía un ejército, Mardoqueo amamantó a su prima Ester y Daniel probablemente era un eunuco”.
En un artículo de opinión publicado en el Dayton Daily News, Brownsmith cuestiona la decisión de la legislatura de Ohio de anular el veto del gobernador Mike DeWine a un proyecto de ley que prohíbe a los hombres biológicos competir en deportes femeninos y limita los tratamientos de cambio de sexo para menores.
Además, señala que las creencias de la Iglesia Católica, institución bajo la cual funciona la universidad donde ejerce su labor, entran en conflicto con esta legislación.
“Incluso a veces se describe a Dios con lenguaje femenino, como una partera o una madre lactante. Sí, la Biblia fue escrita en una época patriarcal, pero reconoce que las personas reinventaron y reformaron sus identidades de género en aquel entonces, tal como lo hacen hoy”, expresó.
“Como profesora de Biblia hebrea en la Universidad de Dayton, creo que las Escrituras y los derechos trans no están reñidos. Al contrario: la Biblia nos pide que apoyemos a los miembros más vulnerables de la sociedad, y ese llamado rara vez ha sido más urgente”, añadió.
Para ella, ni la fe ni la religión debería estar presente en la redacción y decisión de políticas públicas por tener “prejuicios”.
“La mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en que la religión no debería dictar las políticas públicas, pero estas reglas propuestas tienen sus raíces en prejuicios religiosos arraigados sobre los roles de género. Esos prejuicios no son éticos ni bíblicos. Nuestros vecinos trans son regalos radiantes de Dios, al igual que José y Débora, y ellos están aterrorizados por el intento de nuestro gobierno de legislar su eliminación”, afirma.
Brownsmith argumenta que hay una grave discrepancia en la idea de considerar a las personas transgénero como “regalos divinos”, ya que esto entra en contradicción con las enseñanzas de la Biblia y socava la creencia de que Dios es infalible y no comete errores.
Intentos como estos de torcer y socavar la Palabra de Dios son los que hay que evitar para que las personas no se confundan y contrarrestar estos hechos con la verdad que provee la Biblia, guardando el corazón de la mentira y con la vista puesta en Jesús.