El 02 de enero, en cuestión de minutos, las llamas consumieron por completo el avión.
Un total de 379 pasajeros y tripulantes a bordo de un vuelo de Japan Airlines fueron evacuados, sanos y salvos después de que la aeronave se incendiara.
Según los informes más recientes, se cree que el avión chocó en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Tokio con una aeronave de la Guardia Costera que transportaba al menos a 6 personas.
De acuerdo con la agencia de noticias AFP, 5 tripulantes de los 6, fallecieron en el accidente. Además, se informó que la aeronave estaba lista para despegar hacia la prefectura de Niigata para brindar ayuda a una de las regiones más afectadas por el terremoto que sacudió al país asiático el lunes 01/01.
El avión de Japan Airlines se encontraba realizando el proceso de aterrizaje en Tokio luego de completar un vuelo procedente de la ciudad de Sapporo, ubicada al norte del país.
El funcionamiento del aeropuerto de Haneda ha sido interrumpido, mientras que la Guardia Costera ha comunicado que las causas del choque entre ambas aeronaves están siendo investigadas.
Los profesionales han resaltado las acciones de la tripulación para asegurar la vida de los pasajeros durante el incidente. Graham Braithwaite, experto en sistemas de transporte de la Universidad de Cranfield en el Reino Unido, ha elogiado las valientes acciones de la tripulación de cabina y los pilotos a bordo del vuelo de Japan Airlines (JAL).
“Japón tiene un historial fenomenal en lo que respecta a la seguridad del transporte”, comentó Braithwaite a la BBC. “La evacuación ha sido un éxito y es un recordatorio de cuánto se ha invertido en la formación de la tripulación de cabina”, agregó.
Para Braithwaite, abordar este tipo de emergencias se basa en priorizar la seguridad. “Los tripulantes son las últimas personas en evacuar el avión y, a primera vista, parece que han hecho un trabajo increíble”, finalizó.