El pasado lunes, 6 musulmanes armados mataron a tiros a un adolescente de 14 años en Pakistán, en un ataque que, según el pastor Numan Matto de la Iglesia Presbiteriana Gondalanwala en Gujranwala, tuvo motivos religiosos.
El joven, Sunil Masih, se encontró en un mercado en la región de Mandiala Warraich del distrito de Gujranwala, provincia de Punjab, cuando los atacantes, que viajaban en motocicletas, llegaron al lugar y comenzaron a disparar, gritando amenazas contra los cristianos.
A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Sunil falleció en el hospital a causa de las heridas de bala. Este trágico suceso se suma a otros ataques recientes contra la comunidad cristiana en Pakistán, lo que ha generado temores de nuevos actos de violencia.
Las autoridades locales han sido instadas a tomar medidas para garantizar la protección de los cristianos en la región, y se espera que se tomen acciones para capturar a los responsables de este crimen atroz.
El asesinato de Sunil fue el segundo ataque fatal en la provincia de Punjab en un lapso de tres meses, lo que ha generado preocupación y llamados a reforzar la seguridad de las minorías religiosas en el país.
Además, Pakistán ha mantenido su 7.ª posición en la Lista de Vigilancia Global de Puertas Abiertas de 2024, que destaca los lugares más difíciles para ser cristiano, como lo hizo el año anterior.
Esta situación pone de manifiesto la importancia de abordar la protección de las minorías religiosas en el país y la necesidad de tomar medidas concretas para prevenir futuros actos de violencia.