Es un milagro Un bebe revive después de tres horas sin pulsaciones
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Un pequeño bebe, Waylons Saunders, de tan solo un año de edad, sufrió un terrible accidente que casi cobra con su vida.

En una guardería en Ontario, el bebe se quedó sin supervisión adulta y cayó a una piscina congelada, sumergiéndose hasta el fondo por más de 5 minutos. Cuando se percataron, ya Waylons estaba sin vida.

El pequeño fue trasladado de emergencia al Hospital Charlotte Eleanor Englehart, donde un grupo de médicos lo atendió y luchó durante 3 horas para reanimarlo.

La temperatura corporal del bebe era tan baja, que los equipos del hospital no lograban registrarla. Aparte de eso, sufrió un paro cardíaco.

«Los otros médicos con los que trabajo en nuestro equipo de salud familiar llegaron corriendo, salieron de sus consultorios para ayudar», recordó el Dr. Nathan Taylor, quien recibió a Waylons.

El equipo de médicos estaba compuesto por al menos 20 miembros, entre doctores, enfermeros, técnicos de laboratorio y personal de EMS.

«Los técnicos de laboratorio tenían calentadores portátiles en la habitación en un punto; El personal de EMS también ayudó rotando como compresores y ayudando con el manejo de sus vías respiratorias», contó Taylor.

Fueron 3 horas después que Waylons recuperó un pulso sostenido, cuando lo trasladaron al London’s Children’s Hospital, donde recibió la atención adecuada con los equipos necesarios para su situación.

«Realmente estábamos tratando de mantenerlo con vida para poder darle la mejor oportunidad de una buena recuperación», explicó la Dra. Janice Tijssen del Children’s Hospital de Londres.

Los doctores aseguran que el hecho de que Waylons haya sobrevivido a una hipotermia es un milagro, aparte de soportar el proceso de rehabilitación.

La madre del pequeño, Gillian Burnett, manifestó su agradecimiento con Dios y los médicos por haberle salvado la vida a su bebe.

«Dios es bueno… No puedo expresar lo importante que ha sido mi fe… Realmente creo que Dios ha estado sosteniendo a Waylon de la mano durante todo este viaje».

«Cada día ocurren nuevos milagros. Hoy se sacó el tubo de alimentación de Waylons… está tratando de defenderse por su cuenta. Sabía en mi corazón que sucedería… mi alma me dijo que Dios tenía planes para mi niño y hoy empezó a caminar».

«Necesita ayuda, pero lo está haciendo. Mi chico es un luchador. No podría estar más orgulloso».

«Hicieron algo increíble. Son héroes. El otro día les dije que son soldados de Dios. Siempre los amaré, son como una gran familia para nosotros. Tienen un pedazo de mi corazón por el resto de mi vida».

Actualmente, algunos meses después del accidente, para la gloria de Dios, el pequeño Waylons se encuentra sano y alegre, como cualquier niño de su edad.

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