Los rumores de guerra estallan cuando el dictador socialista de Venezuela, Nicolás Maduro, decide amenazar la soberanía territorial de Guyana y reclama el derecho de anexar la región conocida como «Esequibo», que representa casi el 75% del territorio total de Guyana.
Las tensiones entre Venezuela y Guyana aumentaron significativamente tras un referéndum celebrado el día 3, en el que la mayoría de los venezolanos votaron a favor de la anexión del Esequibo. Así, Maduro utilizó las cadenas nacionales de radio y televisión para anunciar la creación de una «zona de defensa» y el nombramiento de un general para liderar el proceso de anexión del Esequibo.
Además, el dictador también presentó un nuevo mapa que muestra que la región de Guyana ahora es parte de Venezuela. Ante la posibilidad de que Maduro inicie una guerra, la Federación Evangélica Pentecostal de Venezuela (CEPV) decidió lanzar un llamamiento nacional pidiendo tres meses de oraciones a Dios por la paz en la región.
“Oremos sin cesar. Invitamos a todos los siervos del Señor Jesucristo, en Venezuela y en el exterior, a elevar un gran clamor a Dios Todopoderoso, e interceder por nuestra nación”, dice un comunicado, también anunciado en video por el reverendo Carlos Rojas, presidente de la CEPV.
“Jehová pronto nos dará la victoria y veremos la gloria del Santo de Israel brillar sobre esta tierra. Oremos juntos y unánimemente, pueblo de Dios”, añadio.
Con la movilización de las iglesias y el acercamiento de Guyana a Estados Unidos, que ya realizó un ejercicio militar cooperativo en la zona del Esequibo, el dictador Nicolás Maduro parece haber decidido desistir de su intención de atacar al país vecino. En una publicación realizada en las redes sociales, habló de “paz”.
“Guyana y ExxonMobil tendrán que sentarse y hablar con nosotros, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Con el corazón y el alma queremos paz y comprensión. ¡Que el mundo escuche, con el Acuerdo de Ginebra, todo!”, escribió el socialista.