La Dra. Pamela Prince Pyle, una doctora con más de 30 años de experiencia en África New Life Ministries, declaró haber presenciado experiencias sobrenaturales en pacientes terminales.
En hospitales de Estados Unidos y clínicas en Ruanda, ella describió situaciones de pacientes que, al filo de la muerte, de forma inesperada gritaban el nombre de Jesús o relataban visiones del Cielo.
“Un paciente, que llevaba tres días inconsciente, de repente se sentó en la cama, aplaudió y gritó: ‘Jesús, Jesús’. Luego tomó su último aliento. He visto a muchas personas compartir sus experiencias del Cielo y de Jesús”, dijo a The Christian Post.
La Dra. Pyle narra sus vivencias y pensamientos en su libro recién publicado, “Anticipando el cielo: consuelo espiritual y sabiduría práctica para los capítulos finales de la vida”.
Tras casi tres décadas en el campo de la medicina, se sintió motivada a redactarlo en 2018 después de tratar a una paciente con una afección pulmonar en etapa terminal, quien manifestó su intención de abandonar el tratamiento y entender lo que le esperaba tras la muerte.
En ese recorrido, Pamela se vio agobiada por la perspectiva de perder a la paciente y el dolor que esto provocaría en su familia. No obstante, la mujer la reconfortó con la expresión “Buena muerte tendrás”, lo que provocó que Pamela meditara acerca de la fe y la esperanza en un futuro tras la muerte. Este instante fue crucial para tocar su corazón e incentivarla a fusionar sus vivencias médicas con su creencia en el libro que ahora comparte con otros.
Pamela resalta la relevancia de continuar transmitiendo el mensaje de Jesús, incluso con individuos que se encuentran inconscientes, dado que el Señor tiene la capacidad de alcanzarlas en cualquier condición. Ella expone su punto de vista con la vivencia de su marido, que vivió una experiencia próxima a la muerte que lo motivó a aceptar a Jesús.
“Cristo lo alcanzó en medio de la oscuridad, donde vio el infierno. Y lo único que pudo decir fue: ‘Señor, sálvame’. Y Jesús lo salvó en ese momento”, contó.
Además, manifestó su inquietud por el creciente respaldo al suicidio asistido y la eutanasia, subrayando que, pese a que numerosos estadounidenses lo apoyan, no es legal en la mayoría de los estados.
