Recientemente, seguidores del islam en Nigeria han llevado a cabo una masacre contra numerosos seguidores del cristianismo en varios lugares de la región en víspera de Navidad.
Al menos 140 personas fueron asesinadas por individuos armados que atacaron pueblos remotos durante dos días en áreas cristianas del estado de Plateau, en el centro-norte de Nigeria. Además, al menos 221 viviendas fueron incendiadas.
Los medios de comunicación suelen atribuirlo a una “crisis entre agricultores y pastores”, pero los ataques son normalmente llevados a cabo por pastores musulmanes fulani que tienen como objetivo a las comunidades cristianas para despojarles de sus tierras y recursos.
Los habitantes locales aseguran que las fuerzas de seguridad tardaron más de 12 horas en responder a su pedido de ayuda, algo que ocurre habitualmente en Nigeria y que ha llevado a los cristianos a perder a miles de seres queridos en los últimos años. La falta de capacidad de las autoridades para proteger al pueblo de Nigeria se está convirtiendo en algo común.
En otro aspecto, Bola Tinubu, presidente de la nación, fue elegido este año prometiendo resolver los problemas de violencia que su predecesor no pudo abordar. Sin embargo, aún no ha comentado públicamente sobre los recientes ataques, ocurridos días atrás.
La organización “Amnistía Internacional” en Nigeria informa que hasta ahora ha verificado 140 muertes en las zonas controladas por cristianos de Bokkos y Barkin-Ladi, pero se cree que podría haber más víctimas debido a las personas desaparecidas.