Para el pastor Josué Gonçalves, el crecimiento de la ideología de género es una “gran articulación para destruir la familia”.
En 2023, las oficinas de registro de Brasil registraron un número récord de cambios de género, según la Arpen-Brasil (Asociación Nacional de Registradores de Personas Físicas).
Desde la decisión del STF (Supremo Tribunal Federal) en 2018, que autorizó el procedimiento sin necesidad de orden judicial, el número de cambios de sexo aumentó un 246% en las oficinas de registro.
Según Arpen, en 2019, 1.848 personas solicitaron el cambio. En los años siguientes, el número de solicitudes bajó a 1.283 en el 2020 y creció hasta 1.863 en el 2021. En 2022, 3.165 personas cambiaron de género en sus documentos y en 2023 se registró un récord de 3.908 solicitudes.
Entre las solicitudes de cambio, 2.169 fueron de hombre a mujer y 1.512 de mujer a hombre.
Para el pastor Josué Gonçalves, terapeuta familiar, la ideología de género está poniendo en riesgo a la actual generación, además de ser una “gran articulación para destruir la familia”. Recordó también lo básico, “la familia comienza con la unión entre un hombre y una mujer”.
Cuando la ideología de género afirma que las personas no nacen ni hombre ni mujer, sino que construyen su propia identidad, revela que tiene su base de pensamiento en el marxismo, que apuntaba a la revolución comunista, como recuerda el pastor.
“Qué locura y qué afrenta al proyecto diseñado por Dios. ¡Qué absurdo!”, dijo al mismo tiempo que alertaba sobre la “agenda de género” que pretende deconstruir familias y destruir individuos.
En otras palabras, según el pensamiento del pastor, las cifras presentadas en las oficinas de registro de “cambios de nombre y sexo” no muestran que las personas estén dando un paso hacia el cambio o la transformación, sino que se dirigen hacia la destrucción “pisoteando la palabra de Dios”.
“La iglesia no debe quedar librada a los vientos de las doctrinas sociales. No importa lo que digan la ideología de género y los activistas, la homosexualidad es una desviación del estándar establecido por Dios”, concluyó.