Jessica Garza, una cristiana de Estados Unidos, reconoció que su vida fue transformada por el poder curativo de Jesucristo.
Después de la muerte de su madre, Jessica se volvió adicta a las drogas y sentía que no quería vivir más. Sin embargo, un día, mientras escuchaba la voz de Dios que le decía “Estás de luto por tu madre que se fue, pero tus hijos te lloran a ti en vida”, decidió cambiar su vida y aceptar a Jesús.
A pesar de haber dejado las drogas, Jessica comenzó a sentirse débil y experimentar moretones en su cuerpo. Finalmente, fue diagnosticada con un tipo de leucemia. Los médicos le informaron que tenía hasta 6 años de vida restantes.
Durante un servicio en la iglesia Hungry Generation, el pastor Vlad Savchuk realizó una oración específica de curación. Jessica, que estaba lidiando con dolor en sus huesos, levantó su mano durante el momento de intercesión. Después de la oración, sintió que su cuerpo ya no le dolía y pudo levantarse sin dificultad.
Jessica fue a la iglesia para compartir su testimonio y agradecer a Dios por su curación. El pastor Vlad intercedió por ella y la congregación, y Jessica fue testigo de un milagro. Dos semanas después, regresó al médico, quien informó que todos sus análisis de sangre estaban bien y que la prueba de médula ósea fue negativa.
Jessica afirma que, aunque estuviera enfadada con Dios, Él la sanó y le brindó una nueva vida. Ahora, ella desea ser un testimonio de su amor y bondad para otros. “Dios está ahí para todos, incluso cuando estemos enojados con Él”, concluyó.