La ministra federal de Familia de Alemania, Lisa Paus, del Partido Verde, anunció hace una semana un nuevo proyecto de ley que propone multas de hasta 5.000 euros para los manifestantes, incluso pacíficos, en zonas públicas cercanas a las clínicas de aborto.
En 2023, el Parlamento del Reino Unido aprobó una legislación sobre “zonas de amortiguamiento”, que pronto entrará en vigor en Inglaterra y Gales.
Las zonas existentes bajo leyes locales han dado lugar a numerosas violaciones de derechos humanos, incluidos interrogatorios policiales, arrestos, multas y procesos penales por lesiones silenciosas en lugares públicos cerca de instalaciones de aborto, lo que implica efectivamente procesamientos por “delitos de pensamiento”.
El proyecto de ley propuesto por Alemania podría violar directamente al máximo tribunal administrativo del país, que defiende la libertad de reunión frente a las instalaciones de aborto.
“Nunca deberían prohibirse las reuniones pacíficas, las oraciones y las ofertas de ayuda. Los planes del gobierno alemán son alarmantes: no solo imponen restricciones generalizadas a las libertades fundamentales, sino que también debilitan la participación de la sociedad civil en la protección del derecho a la vida. Cualquier forma de acoso está obviamente prohibido. Sin embargo, las zonas de censura no favorecen el derecho a decidir, no permiten elegir y no tienen cabida en una sociedad libre y democrática”, afirmó el Dr. Felix Böllmann, abogado alemán y director de Defensa Europea de ADF International.