En un escalofriante suceso, hombres armados nigerianos perpetraron un ataque a una escuela en la región noroeste del país, secuestrando al menos a 287 estudiantes, marcando el segundo secuestro masivo en menos de una semana en la nación de África Occidental.
El incidente tuvo lugar en la localidad de Kuriga, estado de Kaduna, donde los agresores rodearon la escuela pública mientras los estudiantes se preparaban para iniciar sus clases.
A pesar de que las autoridades inicialmente reportaron más de 100 estudiantes como rehenes, el director de la escuela, Sani Abdullahi, informó al gobernador Uba Sani que el recuento total de desaparecidos ascendía a 287.
El gobernador se comprometió a garantizar el retorno seguro de todos los niños secuestrados, aunque la estrategia para lograrlo aún no está clara, dada la falta de resolución en casos anteriores.
Aunque ningún grupo ha reclamado la responsabilidad del ataque, se sospecha de grupos armados mayoritariamente formados por musulmanes, quienes han sido vinculados con ataques violentos y secuestros en la región.
Estos eventos reflejan la creciente preocupación por la seguridad en Nigeria, donde grupos extremistas islámicos como Boko Haram y el Estado Islámico operan libremente.