El actor y exjugador de fútbol americano, Orenthal James Simpson, más conocido como OJ Simpson, falleció el miércoles 10 de abril a la edad de 76 años después de una batalla contra el cáncer.
La familia de Simpson ha pedido privacidad durante este difícil momento. Simpson fue uno de los grandes corredores de la NFL, jugando principalmente para los Buffalo Bills y los San Francisco 49ers antes de retirarse en 1979. Fue incluido en el Salón de la Fama tanto de la NFL como del fútbol americano universitario.
Después de su carrera en la NFL, Simpson incursionó en la actuación, siendo reconocido por su papel en la franquicia “The Naked Gun”. Sin embargo, su fama se vio empañada por el infame caso de asesinato de su esposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman en 1994.
Aunque fue declarado inocente en el juicio penal por los asesinatos, Simpson fue encontrado responsable en un juicio civil y ordenado a pagar una indemnización millonaria a los familiares de las víctimas. Posteriormente, fue condenado por robo a mano armada y secuestro en 2008, sirviendo 9 años de prisión antes de ser puesto en libertad condicional en 2017.
En una audiencia de libertad condicional, Simpson expresó que entendió que era una persona decente en la sociedad tras pasar 9 años en prisión. En 2013, su manager, Norman Pardo, reveló que Simpson había encontrado a Dios durante su tiempo en la cárcel y tenía la intención de ser un predicador de televisión una vez que saliera de la cárcel.
“OJ es muy religioso ahora y ha estado aconsejando a otros reclusos con estudios bíblicos durante meses. Cuando hablo con él por teléfono, lo único que quiere hablar es de religión. ¡Está obsesionado!”, dijo Pardo.
Sin embargo, esa aspiración nunca se cumplió. La vida de Simpson estuvo marcada por la controversia y el escrutinio público, y su muerte ha vuelto a poner en foco su figura y el legado que deja en el mundo del deporte y el entretenimiento.