El 29 de diciembre de 2024, Aguachica, ubicada al sur del departamento del Cesar, fue el escenario de una agresión violenta protagonizada por un sicario que ejecutó a cuatro miembros de la familia Lora Rincón, entre ellos el pastor de la iglesia Príncipe de Paz.
La familia estaba compuesta por Marlon Lora, quien comenzó su camino en el evangelio en el año 2002 y, con el tiempo, asumió la dirección de la iglesia, contrajo matrimonio con Yurlay Rincón, y juntos tuvieron dos hijos, Ángela y Santiago, que también abrazaron la vida cristiana.
Concluido su culto del día, acudieron a un restaurante de la zona para disfrutar de un almuerzo familiar, fue entonces cuando el ataque conmocionó a una comunidad que conocía y respetaba a las víctimas, por su entrega hacia la actividad religiosa a lo largo de más de dos décadas.
El suceso ocurrió cuando un asesino acompañado de su cómplice, en una motocicleta, se acercó a la mesa y disparó en varias oportunidades.
Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al escenario de los hechos, hallaron a Santiago aun con vida y lo llevaron a un hospital donde los médicos lucharon por salvarlo, pero lamentablemente murió el 31 de diciembre de 2024, poniendo de manifiesto un final aún más dramático para la familia.
Desde las instancias oficiales, que engloban a la Policía Nacional, la Fiscalía, la Alcaldía y la Gobernación, se están poniendo en marcha los recursos necesarios para la ubicación de los culpables, los cuales han llegado a ofrecer hasta 50 millones de pesos por información que lleve a la captura de los presuntos culpables.
Hasta el momento, se han revisado más de doscientos vídeos de cámaras de seguridad, se ha recabado información de los querellantes y se han realizado más de ciento quince acciones de indagatoria, al tiempo que han sido encontradas huellas dactilares en las motocicletas utilizadas en la acometida y se está chequeando un vehículo perteneciente a uno de los asaltantes.
El general William Salamanca, director de la Policía, precisó que no se desechan hipótesis, incluyendo la extorsión, aunque no había denuncias previas. Según aprecia un oficial municipal, Ángela recibió amenazas previas al hecho delictivo.
Las teorías diversas complican la investigación, pero la policía asegura que seguirán trabajando en ello.
