Gemelos prematuros sobreviven a una condición crítica por el poder de la oración Dios cumple sus promesas
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Leroy Nicole Longoria hicieron caso a las palabras del médico tras un difícil parto y mantuvieron su confianza en la promesa de Dios, creyendo en el poder de la oración.

A pesar de ya tener 4 hijas, Nicole no perdía la esperanza de tener un niño y después de muchas oraciones, Dios finalmente respondió a sus anhelos.

“El Señor finalmente me dijo: ‘Está bien, vas a tener un hijo’. Fue realmente emocionante”, dijo Nicole.

“Continuó hablando de una bendición de doble porción. Y, sinceramente, no entendí qué era eso”, añadió.

“Ella me decía que tenía una promesa, que tenía un sueño y que le prometieron un niño. Así que le creí”, dijo el padre de los gemelos.

En enero del año 2022, Nicole recibió la noticia de que esperaba gemelos y pronto sería madre de dos pequeños. La pareja se sintió muy contenta al ver cumplirse la promesa divina.

No obstante, al llegar a la semana 12 de gestación, descubrieron una complicación común en embarazos de gemelos, donde los dos bebés comparten la misma placenta, pero se encuentran en sacos amnióticos separados, conocida como “Síndrome de transfusión gemelar”.

“El médico dijo que uno de los bebés le está donando todos sus nutrientes al otro bebé. También dijo que podría perder un bebé, o ambos”, dijo Nicole.

“Le dije a Dios que tenía miedo, pero al mismo tiempo confiaba en él”, añadió.

La pareja consideró la posibilidad de someterse a una cirugía, pero aun así, había posibilidades de perder a los niños. Por lo tanto, decidieron orar a Dios en busca de orientación y respuesta.

“Me arrodillé y comencé a orar: ‘Voy a creer en ti, Dios, todavía voy a creer, aunque parezca imposible’”, dijo Nicole.

Incluso los médicos expresaron su asombro por el caso y como ellos sobrevivieron.

“El médico dijo: En todos mis años de experiencia, nunca había visto que esto sucediera. Es como si se hubiera resuelto solo”. “Lloré y dije en voz alta: Ese era Dios, porque solo Dios podía hacer eso”, testificaron ambos padres.

Sin embargo, a las 27 semanas de embarazo, Nicole sufrió la rotura de membranas y dio a luz a su primer gemelo prematuro en el baño. Mientras se dirigía al hospital, nació el segundo niño. Ambos estaban en peligro por el complicado parto, uno de los bebés tenía graves problemas intestinales.

Nicole recordó cómo escuchó al médico hablar sobre la posibilidad de desconectar el soporte vital y sostener a su hijo por última vez.

“Recuerdo haberle dicho: ‘No permitiré que esas últimas palabras se pronuncien a nuestro alrededor nunca más. Haz lo que puedas y yo creeré que mi Dios hará el resto.’ Mi esposo les dijo: ‘Dios nos prometió que tendríamos un hijo, nos dio dos y con dos nos vamos de aquí’”, contó ella.

“En ese momento no tenía control sobre nada. Solo estaba esperando y rogándole a Dios: ‘Tú puedes hacer algo’. Creía que todavía había promesas. Creo en el poder de la oración, porque eso era parte de ella. Entrégale todo a Dios y deja que Él se encargue de ello, y Él lo hará”, dijo Leroy.

Una vez más, la mano de Dios obró y ellos fueron testigo con la vida de sus hijos.

“Al escuchar todas las cosas negativas, uno piensa que nada bueno podría salir de esto, pero aquí estamos. Estar en casa, abrazarlos y alimentarlos, sentir el tacto de su piel y verlos, sonreírme mañana y noche, me hace muy feliz y agradecida con Dios”, dijo Nicole.

“Cuando Él hace una promesa, cuando dice que hará algo, lo cumple. Él estuvo ahí para mí, para ellos y para toda mi familia durante todo el proceso”, concluyó ella.

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