La estrella de la NBA, Kevin Durant, fue noticia recientemente debido a que perdonó a un fanático que lo estuvo insultando antes de un partido la semana pasada entre los Phoenix Suns y los Dallas Mavericks.
El fanático de los Mavericks, Luke Brawner, llamó la atención del jugador mientras este se dirigía a la cancha para realizar su respectivo calentamiento. En ese momento, Durant se enfrentó a Brawner, pero a pesar del disgusto, evitó que la seguridad lo expulsara.
“Sé que no quieres decir eso. No voy a hacer que te echen porque pagaste tu dinero por estas entradas, tomaste un par de tragos y entiendo cómo se pone la gente, pero [hay] mejores maneras de tratar de llamar mi atención y hablar conmigo”, le dijo Durant al hombre.
Ante la situación, Brawner explicó que el insulto fue “un apodo que su amigo usaba para referirse a Durant” y que había asistido al partido en honor a su amigo ya fallecido.
El jugador, al recordar el incidente, dejó ver su lado cortés y lo que la fe ha venido trabajando en él.
“No fue gran cosa. Es como si a veces no nos miraran como humanos. Entonces, cuando tengas la oportunidad de hacerle saber a una persona cómo te sientes muy rápidamente, retrocederá. Mira, somos animales, somos actos de circo, somos animadores para ellos en lugar de personas reales. Sé que la gente quiere acariciar a los animales del zoológico, acercarse a los animales del zoológico, pero una vez que se acercan, se dan cuenta de que ustedes también son seres humanos reales. Entonces deberías tratarnos así. Podría haberlos echado. No, no me pongas eso”, expresó.
Por otra parte, los periodistas que se encontraban en el lugar y cubrieron el incidente, no entienden como Durant mantuvo la compostura, pero para el jugador, ese es el resultado de la palabra de Dios en su vida y el amor que el Señor le muestra todos los días sin condición.
“La Biblia me anima y me equilibra para jugar lo mejor que pueda, pero también me dice más sobre el Señor y cómo puedo vivir para Él y todo lo que Él ha hecho por mí”, dijo.
“No soy perfecto de ninguna manera. Me queda un largo camino por recorrer para acercarme al Señor, pero espero poder continuar en ese camino. Solo quiero crecer espiritualmente con el Señor y llegar a conocerlo lo mejor que pueda. Me mantengo fuerte en esto, solo trato de mejorar un poco mi camino de fe. Eso me hace una mejor persona, me abre los ojos a las cosas y estoy madurando”, continuó.
Asimismo, Durant agradeció el sacrificio de Cristo, afirmando que por él tiene vida y puede vivir bajo la gracia del Señor.
“Creo que el amor de Dios por mí, la muerte sacrificial de Jesús por mis pecados y Su gracia, no mis buenas obras, son lo que me salva. Eso me humilla y me hace adorarlo. También creo que el Cielo está reservado para mí y que lo mejor está por venir. También agregué un tatuaje simple encima de esa misma muñeca que dice, ‘vive para la eternidad’ Dios dice que hacia allí nos dirigimos todos. Y quiero empezar a vivir con esa perspectiva eterna en todo lo que hago ahora”, finalizó.