En Pensilvania, un pastor glorificó a Dios luego de ser testigo de un evento milagroso, cuando un tornado de categoría F1 (117-181 km/h) destruyó el techo de su iglesia, mientras alrededor de 100 personas se encontraban adorando dentro de ella el sábado, y para la gloria de Dios todos salieron ilesos.
“Amigos, sólo quiero que sepan que anoche fui testigo de lo que yo diría que es un milagro”, dijo el reverendo Ken Barner de Crossroads Ministries en Finleyville, el pasado domingo, durante un discurso en línea dirigido a su congregación.
“Nunca pensé que vendríamos a ustedes en estas circunstancias. Como la mayoría de ustedes ya saben, nuestra iglesia fue azotada por un tornado anoche”, agregó, y explicó que los hechos ocurrieron mientras su esposa, Rhonda, dirigía la alabanza. Inesperadamente, el tornado subió la colina y sacudió la iglesia con todos adentro.
“Mi esposa estaba allí cantando y dirigiendo la adoración al Señor, y cantábamos alabanzas al Todopoderoso, el Rey de reyes y el Señor de señores. Y la última vez había entre 75 y 100 personas aquí. Esa noche teníamos bebés allí para las dedicatorias de bebés. Tuvimos varias familias nuevas que nunca antes habían estado en la iglesia, y Dios estaba con nosotros”, dijo el pastor.
Asimismo, relató como el tornado golpeó las oficinas de la iglesia y los baños del lugar, muy cercanos al salón principal. “El tornado subió la colina alrededor de las 6:14 pm, subió y arrancó el techo de ese edificio y lo envió al bosque”, dijo.
“Sólo tengo que decirles que Dios estaba con nosotros. Los autos resultaron dañados. Nadie resultó herido. Hay algunos cortes, moretones y golpes, como se pueden imaginar, pero nadie tuvo que ser hospitalizado y estamos simplemente agradecidos por eso”, agregó.
Debido a los daños, todas las actividades de la iglesia fueron suspendidas y por el momento se mantienen buscando un nuevo lugar para adorar a Dios.
“Esto es solo un edificio, amigos. Doy gracias a Dios por ello. Las personas que nos precedieron, hicieron un buen trabajo para transmitirnos lo que podían hacer, y hemos estado haciendo todo lo posible para cuidarlo y realmente usarlo para el honor y la gloria de Dios, pero amigos, esto es solo un edificio aquí, y sé que Dios realmente nos está usando como su iglesia. Quiero que sepas que el próximo fin de semana nos encontraremos en algún lugar”, finalizó.
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