Una mujer evangélica de nombre María Concepción Hernández Hernández que fue brutalmente atacada por católicos sigue pidiendo justicia para que sus agresores rindan cuentas. Los hechos se reportaron en una comunidad del estado mexicano de Hidalgo hace más de tres meses. Sin embargo, nadie ha denunciado todavía los delitos violentos a la policía.
Según Anne Lee, representante de CSW, este caso de discriminación religiosa fue denunciado en diciembre en la comunidad indígena Rancho Nuevo de Huejutla de los Reyes.
“Si eres parte de la comunidad, debes practicar la fe católica, dar ofrendas, aportar dinero a las celebraciones en honor a los santos patronos, ayudar a limpiar la iglesia y participar en todas las ceremonias”, dijo el pastor. Como protestantes o testigos de Jehová, hay grupos de personas que no se adhieren a esa religión y son obligados a participar por los líderes, y el no hacerlo es castigado.
Anne Lee continúa: «Una de las víctimas es una mujer cristiana protestante, a quien identificó como Mara Concepción, luego de ser atacada por un grupo de hombres, incluidos líderes comunitarios y delegados del pueblo».
Según Lee, el incidente comenzó cuando la mujer respondió la llamada de un vecino que le pedía que cortara un árbol en su propiedad porque estaba poniendo en peligro su hogar. La mujer fue golpeada y sufrió graves problemas de salud a raíz del ataque y pasó varios días en el hospital.
“El pastor local intentó ayudarla, pero fue amenazado y retenido durante dos horas. La mujer logró recuperarse después de pasar tres semanas inconsciente en el hospital, pero luego recayó. No fue hasta febrero que finalmente fue dada de alta en El cuidado de los familiares. Tanto el Ministerio Público como Derechos Humanos recibieron informes sobre el incidente. Sin embargo, nadie ha denunciado aún el ataque de la mujer a la policía», dijo Lee.
CSW ha estado monitoreando a la comunidad desde 2015 cuando los líderes comunitarios prohibieron la agricultura en tierras cristianas protestantes. Esta decisión fue el resultado de su negativa a participar en las celebraciones y servicios católicos.
Sin embargo, la agencia informa que en 2018, los funcionarios locales prohibieron que los niños de familias cristianas protestantes asistieran a la escuela pública de la comunidad.
“Más de 40 niños fueron impactados. Cuando llegaron a la escuela, los maestros ni siquiera consideraron instruirlos, por lo que sus padres decidieron no enviarlos. Aunque niegan públicamente que haya un problema con la libertad religiosa, los líderes de Hidalgo nunca toman ninguna acción positiva para resolver la situación. Según nuestros testigos, los funcionarios del gobierno local obligaron a las personas a firmar contratos ilegítimos. A pesar de que va en contra de sus creencias religiosas, están obligados a seguir las órdenes de los líderes y participar en actividades católicas bajo estos acuerdos», según a Lee.
México ocupa el puesto 38 entre 190 países en el informe de Puertas Abiertas por persecución religiosa. Además, según la organización, uno de cada quince cristianos en América Latina sufre persecución a causa de sus convicciones religiosas.