El pastor Joel Engel se basa en el libro bíblico de «Joel», que describe una plaga que asoló la nación durante su tiempo. Las langostas «cortadoras», «migratorias», «comedoras» y «destructoras» se encuentran entre las especies mencionadas por Joel.
Afirmó que sirve como una ilustración de cómo los demonios atacan nuestras vidas y nos arrebatan todo.
La primera es la cortadora, que es similar a una oruga que se esconde en un campo cuando es joven y mordisquea pequeños pedazos de las hermosas hojas verdes de las plantas.
«Desconocido para las víctimas, los espíritus malignos intervienen ocasionalmente en la vida de las personas. Roban objetos pequeños en secreto», afirmando que así es como actúan los demonios.
La segunda es la migratoria, que suele viajar en bandadas en busca de alimento, aunque esta especie de langosta solo cumple una función transitoria, destruyendo un cultivo antes de pasar a otro, como su nombre lo indica.
«La vida de las personas contiene ejemplos de esto. En raras ocasiones, sufren daños de los que tardarán mucho tiempo en recuperarse. Esto ocurre tanto física como emocionalmente».
El saltamontes es el tercero adulto actúa como devorador. Come mucho más porque está en etapa reproductiva y necesita poner sus huevos en el campo. Como resultado, una plantación puede consumirse rápida y completamente.
«El Devorador no solo parece causar estragos; también destruye todo a su paso, la tierra está totalmente destruida. El devorador afecta significativamente la situación financiera de uno. La mayoría de las personas que son atacadas por esta langosta pierden sus negocios o trabajos y quedan totalmente indefensas».
El cuarto son huevos de la langosta devoradora producen como resultado el destructor. También se le conoce como pulgón y, si se deja en el campo, puede matar las plantas succionando su savia y produciendo nuevas generaciones de langostas.
«La muerte es la última arma que tiene el enemigo. El espíritu demoníaco conocido como el destructor interviene en la vida de las personas y las mata, el destructor alimenta incluso pensamientos suicidas».
