El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo el miércoles que Hamás no es una organización terrorista, sino más bien un grupo de liberación que lucha contra el terrorismo para proteger su territorio.
Erdogan se reunió con miembros de su propio partido en el parlamento y dijo que Israel se había aprovechado de la buena voluntad de Turquía y que no visitaría Israel como estaba previsto anteriormente.
El presidente también pidió un alto al fuego inmediato entre las fuerzas israelíes y palestinas, diciendo que los países musulmanes deben trabajar juntos para una paz duradera, e instó a las potencias mundiales a presionar a Israel para que detenga sus ataques.
Erdogan dijo que la puerta fronteriza de Rafah debe mantenerse abierta para la ayuda humanitaria y que los intercambios de prisioneros deberían terminar de inmediato.
En su discurso, Erdogan dijo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe ser reformado y que estaba triste por la incapacidad del organismo internacional para gestionar la situación en Gaza.
Propuso una conferencia de paz internacional entre Israel y Palestina, llamó al pueblo palestino a unirse para alcanzar una solución de los Estados y sugirió que los países árabes le brinden apoyo moral y financiero.
El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, condenó los comentarios de Erdogan sobre Hamás como «serios y repugnantes».
Salvini propondrá al ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, convocar formalmente al embajador de Turquía en Italia, según informó en una nota la oficina del viceprimer ministro.