
Sandra, luego de someterse a una operación cardíaca en 2019 para sustituir una válvula dañada, experimentó un suceso sobrenatural después de que su corazón se detuvo de manera inesperada.
Pese a que la operación se calificó como exitosa, tuvo que lidiar con complicaciones serias que la llevaron a un estado vegetal después de una prolongada recuperación por parte de los doctores. En este arduo proceso, su marido, Daniel Taylor, imploró a Dios por la vida de Sandra, lidiando con la desesperación de ver a su esposa en una condición tan grave.
Daniel reveló a CBN News que los doctores le indicaron que probablemente nunca volvería a ser la misma, lo que le provocó un profundo temor.
Pese a la desesperación, el hombre se mantuvo firme en su creencia y con el paso del tiempo, su tenacidad y fe desempeñaron un rol esencial en su respaldo emocional y espiritual durante su travesía.
“La pusieron en soporte vital completo. Uno de los médicos del equipo entró y nos informó que no esperaba que ella sobreviviera. Me deprimió mucho verla así, pero nunca perdí la fe en el amor de Dios y el poder de Jesús”, dijo Daniel.
De esta manera, el marido se puso en contacto con familiares y amigos para pedirles que oraran por la recuperación de Sandra.
“Estaban orando por ella. Todo fue muy crítico en ese momento y todos nos apoyaron, lo que nos hizo sentir bien”, recordó.
Pese a las plegarias de la comunidad, los doctores señalaron que las posibilidades de su recuperación se volvían cada vez más limitadas. Daniel expresó el sufrimiento que supone oír esta noticia y cómo, pese al desánimo de los doctores, él y su familia anhelaban seguir con los tratamientos.
Daniel y su familia permanecieron junto a su cama, vigilando cualquier indicativo de mejoría. Pese a los problemas emocionales, nunca dejaron de orar.
De forma asombrosa, Sandra empezó a evidenciar indicios de mejoría, identificando a las personas y sonriendo al observarlas. Una enfermera que la cuidó expresó que había colaborado con otros pacientes que no habían logrado la recuperación, subrayando la relevancia de dar gracias a Dios por el milagro en la vida de Sandra.
“La llamaban, señora de Lázaro, porque volvió a la vida. Sabía que mis oraciones serían contestadas. Gracias a Dios”, dijo Daniel.
“Creo que es un milagro. Creo que Dios realizó este milagro por mí. El poder de la oración me ayudó a superar esto”, finalizó Sandra.