Cuando la travesti Samantha Picoli tomó la decisión de iniciar su propia iglesia, se hizo conocida en G1, uno de los sitios web de noticias más importantes del país. La figura religiosa, que también se presenta como pastora, compartió un poco de su historia en una entrevista exclusiva con el diario en línea.
Samantha Picoli, asegura que desde que era adolescente la discriminación ha sido parte de sus experiencias en la iglesia evangélica. La travesti le dijo a G1 que «empezaron con esa mirada diferente, prejuiciosos contra mí».
Ella era miembro de una iglesia, pero la gente allí seguía «diciendo que ya no podía adorar ni tener ningún cargo en la iglesia. Incluso decían que no podía asistir a la iglesia a menos que Dios realizara una liberación profunda».
Samantha solo comenzó a perfeccionar sus habilidades de liderazgo como líder denominacional y logró la ordenación pastoral después de unirse a una iglesia que se considera «inclusiva» y no ve la homosexualidad como un pecado.
Entonces, recordó: «se me ocurrió llevar este proyecto a Juiz de Fora, una gran ciudad, donde se hacen muchos eventos LGBTQIAPN, como Miss Brasil Gay y Rainbow Fest, entre otros».
Hoy, la travesti es pastora de la iglesia «Chamas de Fogo» en Juiz de Fora. Allí incluso hace matrimonios entre personas del mismo sexo, lo que va en contra de la tradición cristiana porque el comportamiento homosexual está prohibido en la Biblia.
Para Samantha, sin embargo, el viaje de su vida ejemplifica la lucha de la comunidad LGBT por la aceptación, incluso en la comunidad religiosa. La travesti declara: «Veo que debemos luchar por nuestros derechos, todavía me encuentro con prejuicios porque soy pastora».