En Canadá, se ha reportado un aumento en los ataques vandálicos a iglesias de diversas denominaciones, lo que ha generado preocupación y miedo en la comunidad religiosa.
Recientemente, un hombre casi se prendió fuego a sí mismo frente a un templo religioso, como parte de una serie de ataques a iglesias en todo el país.
El incidente, catalogado como un acto de violencia y odio, se suma a una serie de actos vandálicos y de incendios que han ocurrido en cerca de 100 iglesias en Canadá en los últimos tres años.
Estos ataques se dieron a raíz de informes falsos que afirmaban que había cuerpos de pueblos indígenas, enterrados bajo una escuela católica en Saskatchewan.
Las iglesias dañadas pertenecen a diferentes denominaciones cristianas, incluyendo la católica, anglicana y luterana. Las autoridades canadienses han determinado que 24 de los 33 incendios de iglesias, ocurridos en los últimos tres años, fueron provocados intencionalmente.
Además, alrededor de 60 iglesias en diferentes provincias y territorios de Canadá también han sido vandalizadas. Estos actos parecen estar relacionados con la falsa narrativa de que los católicos fueron responsables de la muerte de cientos de indígenas canadienses.
Los responsables de estos actos dejaron mensajes acusando a las iglesias católicas de asesinar y ser racistas, además de dirigir estas acusaciones hacia los niños indígenas.
