Un hombre recibió verdadera libertad al conocer el amor de Dios después de haber luchado contra la adicción y haber estado tantas veces al borde de la muerte, lo que se ha convertido en un poderoso testimonio del poder del Señor para transformar las vidas de quienes le entregan su corazón.
Nathaniel experimentó una infancia marcada por el consumo de drogas por parte de sus padres, lo cual lo llevó a iniciar su propio consumo a los 14 años. A pesar de enfrentar 6 sobredosis, el hombre tuvo un encuentro con Dios que transformó su vida.
“Mi padre nunca estuvo presente, así que estuve expuesto a las drogas desde una edad temprana, fui a asistencia social, tuve que vivir allí, lo que eventualmente me llevó a mi propia adicción cuando tenía 14 años. Eso finalmente me llevó a las metanfetaminas, la heroína, el fentanilo y básicamente lo estaba consumiendo todo. Bebía mucho, hacía cosas horribles”, afirmó.
La situación fue empeorando con el paso del tiempo. A causa de su adicción, acabó en el hospital en múltiples ocasiones, sin recordar cómo había llegado allí.
El punto más crítico fue cuando fue encontrado en un parque sin saber cómo había llegado ahí.
“Mi pecho estaba roto, alguien me estaba haciendo un masaje cardíaco. Me metieron en la ambulancia y me llevaron al hospital. El médico me dio cinco veces Narcan, que es el medicamento que neutraliza el fentanilo”, recordó.
No obstante, el médico desistió, ya que Nathaniel estaba sin pulso, hasta que de repente empezó a arrojar y recuperó el aliento. La intervención divina fue clara en su existencia. A partir de ese instante, estuvo receptivo a la posibilidad de que tal vez existiera Dios.
Así pues, Dios usó a alguien para llevar a Nathaniel a la iglesia, un policía estatal que lo vio cuando vivía en una tienda de campaña.
Logró superar su dependencia y así inició su trayecto en busca de conocer a Dios de la mejor manera y comenzando a vivir para agradarle.