Jen Nizza, una mujer que sirvió al Diablo durante 25 años, advierte sobre las consecuencias del ocultismo.
Jenn, una ex psíquica, fue oprimida por sus enemigos hasta que encontró su libertad en Jesucristo. Hoy comparte su experiencia y advierte de cómo la actividad demoníaca puede afectar la vida.
“La gravedad de mi salvación es tan intensa porque Jesús me salvó del ocultismo. Serví directamente al Diablo durante 25 años de mi vida. Fui salvada a los 37 años”, dijo.
Entonces Jenn continuó explicando que el resultado de practicar lo oculto era la supresión de los demonios.
“Nunca quisiera ver a nadie pasar por la opresión demoníaca por la que yo pasé. Y esa es la consecuencia de acudir a psíquicos, acudir a lecturas de tarot o utilizar herramientas de adivinación. La consecuencia siempre será la opresión demoníaca«, continuó.
Impulsada por su amor por los demás y el amor de Jesucristo, Jenn comparte su testimonio públicamente.
También destaca los riesgos asociados a las celebraciones de Halloween, que incluyen elementos considerados peligrosos. Jenn cree que esta celebración, que se realiza una noche al año, abre la puerta al reino de Satanás.
“Realmente creo que Halloween abre puertas demoníacas. Y la estación misma promueve la adivinación, trae la tabla Ouija, la brujería. Lo ves en las tiendas, en las redes sociales, en camisetas”, dijo.
Finalmente, el testimonio de Jenn es una advertencia contra el misticismo. Esto muestra cuán importante es seguir el camino de la fe en Jesucristo en lugar de caer en el misticismo.