La pareja de misioneros brasileños, Fernando y Janaine Basso, ha dedicado más de una década a difundir el Evangelio en un apartado pueblo en las montañas de Madagascar.
Desde su llegada a Madagascar en 2013, estos misioneros se han centrado en la labor evangelizadora en la región de Betroka y sus alrededores.
Fernando Basso compartió, en una entrevista, las experiencias y desafíos que enfrentan al servir a una comunidad clasificada como “no alcanzada”.
Los habitantes de este pueblo, conocidos como Bara, son mayormente pastores y agricultores seminómadas, arraigados en una religión animista que incluye prácticas de brujería.
Ubicados en la base misionera en Betroka, los Basso han establecido acciones evangelistas en toda la región, colaborando con iglesias locales para plantar nuevas congregaciones.
La pareja ha adoptado estrategias innovadoras, como la proyección de la película “Jesús”, para alcanzar a los Bara, cuya tradición oral y baja tasa de alfabetización, dificultan el acceso a la enseñanza bíblica.
La proyección de la película ha resultado ser una herramienta efectiva, llegando a cientos de pueblos y alcanzando a decenas de miles de personas.
Este enfoque visual ha abierto puertas en comunidades donde la fe cristiana aún no ha arraigado completamente.
Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente por la arraigada influencia de prácticas animistas y de brujería en la cultura Bara.
A pesar de las dificultades, el matrimonio continúa su labor con determinación, extendiendo el mensaje de esperanza a través del Evangelio de Jesús y ofreciendo apoyo práctico a través de proyectos educativos y sociales, como la escuela y programas de ayuda.
