En un país que persigue a los cristianos, la Sociedad Bíblica educa a más de 58 mil mujeres

La persecución religiosa a los cristianos es una realidad que afecta a los seguidores de Jesucristo en diferentes aspectos, siendo el acceso a la educación uno de ellos.

En Pakistán, solo el 64% de las mujeres están alfabetizadas, siendo esta tasa aún más baja entre los cristianos, de solo el 34%, algo que molestó a la “Sociedad Bíblica”.

Los cristianos que viven en Pakistán, que ocupan el séptimo lugar en la lista mundial de persecución religiosa de Puertas Abiertas, son tratados como ciudadanos de segunda clase, razón por la cual sufren más para acceder a la educación y buenos empleos.

Con el objetivo de aliviar los efectos de la segregación social, la “Sociedad Bíblica” decidió crear un proyecto para enseñar a leer y escribir a las mujeres paquistaníes. Gracias a esta iniciativa inspirada por Dios, hasta la fecha casi 60 mil han aprendido a leer.

Una joven, cuyo nombre real no fue identificado por razones de seguridad, compartió la importancia del proyecto. Comentó que perdió a su padre, un cristiano, durante uno de los dos ataques que tuvieron lugar hace años en Lahore, donde murieron 14 personas.

En aquella ocasión, un atacante suicida se hizo estallar en la puerta de una iglesia cristiana, donde se encontraba el padre de la joven. “Extraño a mi padre. Si me hubiera visto leyendo la Biblia en la iglesia, se habría sentido muy orgulloso”, dijo a los misioneros.

“Agradezco a nuestros líderes, maestros y a la Sociedad Bíblica por brindar transformación en nuestras vidas”, destacó la cristiana, quien ahora trabaja en una empresa, gracias a sus aprendizajes básicos de lectura y escritura.

En Pakistán, proyectos de alfabetización como la “Sociedad Bíblica” pueden considerarse una gran diferencia, ya que la comunidad cristiana del país carece de recursos y derechos básicos.

“La comunidad cristiana se siente atrapada entre los grupos extremistas islámicos que operan en el país y un gobierno que apacigua a estos grupos”. “Los cristianos se sienten vulnerables sin una autoridad confiable que proteja sus derechos”, dijo Puertas Abiertas.

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