«Narcotraficantes evangélicos» toman referencias bíblicas para nombrar sus tropas

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Los narcotraficantes que dominan las favelas de Parada de Lucas, Vigário Geral y otras tres comunidades de la Zona Norte de Río de Janeiro, han tomado referencias bíblicas para usarlas como nombres de su tropa.

El bando se autodenomina «Tropa de Aarón», a quien Dios consagró como sumo sacerdote ante el pueblo haciendo brotar milagrosamente flores de su cayado.

Otro de los nombres que utilizan es «La Estrella de David», el cual escriben en paredes y banderas de las favelas.

Según la policía, esta zona fue nombrada, por el jefe del grupo criminal, «Complejo de Israel», lo que hace referencia a la tierra prometida para el pueblo de Dios.

Según investigaciones policiales y de seguridad pública, la tropa actualmente lidera el tráfico de drogas en las favelas de Cinco Bocas, Cidade Alta, Pica-pau y Vigário Geral.

Algunos investigadores han denominado al «Complejo de Israel» como «narcopentecostalismo», lo cual significa que son un grupo de narcotraficantes que se consideran evangélicos.

«El término narcopentecostalismo ha sido utilizado por varios investigadores que analizan el fenómeno de los narcotraficantes que asumen, de manera explícita y abierta, las religiones neopentecostales, incluso en sus actividades delictivas», explicó Kristina Hinz, investigadora del Laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.

Los creyentes rechazan totalmente la idea de que un narcotraficante sea evangélico.

«Un pastor serio no aceptará que algo que es ilegal en la ley humana e inmoral se asocie con Cristo”, dijo el pastor Carlos Alberto, quien en su pasado fue narco y ahora tiene 17 años trabajando en la favela Ciudad de Dios.

«El pastor tiene que mostrarle a la persona que puede arrepentirse, pero para ser aceptado como evangélico, tiene que dejar todo lo que es contrario a los principios bíblicos, morales y éticos» continuó.

Sin embargo, a pesar de las declaraciones del pastor, Kristina Hinz dijo que «estos son traficantes de drogas que al mismo tiempo participan en la vida del crimen y la vida religiosa evangélica, yendo a los servicios, pagando sus diezmos y hasta pagando presentaciones de artistas cristianos en la comunidad».

Según la policía, un claro ejemplo de esto es el líder del «Complejo de Israel», quien tiene 20 órdenes de captura por asesinato, tráfico, tortura, robo y ocultación de cadáveres, pero se declara evangélico, comparte el evangelio con otras personas e incluso tiene amigos pastores.

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