Un grupo de cristianos se unen y oran en el puente de los suicidios en Filipinas
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En Filipinas, un grupo de cristianos tomó recientemente el control de un puente que ha ganado notoriedad como «suicida» debido al creciente número de jóvenes que intentan suicidarse allí. Los creyentes decidieron reclamar el puente para Cristo.

Dado que los suicidios de jóvenes en el Puente Marcos son cada vez más comunes en las noticias, a pesar de que el puente está en el corazón de la ciudad y solía ser conocido por ser conveniente, un mal relacionado con el suicidio ha buscado atacar a Filipinas y más específico a la ciudad de Cagayán de Oro.

Cuatro jóvenes decidieron acabar con su vida saltando de él en un solo mes, pero solo uno de ellos logró salir con vida.

Debido a que el gobierno local y la comunidad se dieron cuenta de la ola de suicidios, numerosas organizaciones ahora están trabajando para promover la conciencia sobre la salud mental y brindar asistencia a los necesitados.

Por eso, el domingo pasado se reunieron iglesias de la ciudad de Cagayán de Oro donde los jóvenes han estado presentes para adorar a Dios, cantar alabanzas y orar contra el espíritu de depresión y suicidio, en un esfuerzo por entender lo que dice la Biblia sobre las batallas espirituales y los planes del enemigo.

Por lo tanto, declararon que el área era santa y que su ciudad era la «ciudad de Jesús».

Junto a los creyentes, la policía participó en esta admirable acción de fortificación del barrio, mejorando la seguridad y el tránsito.

Con esta acción, muchos habitantes de la ciudad se sumaron a la oración y proclamaron la vida sobre toda la zona y sus ocupantes.

«Nuestra ciudad está en nuestras oraciones. Declaramos que nuestra ciudad pertenece a Jesús. Declaramos en el poderoso nombre de Jesús que estos espíritus que inducen la depresión ya no poseerán a nuestros hijos ni a otras personas con enfermedades mentales».

En Facebook, CDO Soldiers of Christ publicó: «Que estos hermanos y hermanas atribulados conozcan a nuestro Señor Jesucristo y también experimenten el poder transformador de nuestro Señor Jesús».

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